El
regionalismo en el arte en el siglo XXI, es una nueva forma de concebir la
sociedad actual y las tendencias artísticas actuales.
En
las esculturas de las ciudades gallegas pasado y presente se fusionan y se transforman
en cincel y martillo en las manos del artista, para esculpir la piedra y expresar
las ansias de manifestación de la sociedad de la época.
El arte intenta aislarse del actual contexto de recesión económica, pesimismo
y ambiente decadente del día a día, adaptando sus formas a cada región. De esta
forma los artistas crean una realidad paralela y apartada del contexto global
de incertidumbre y confusión generalizada, para llevarnos al mundo de las cosas sencillas
y cotidianas del día a día.
Y
es exactamente esta misma situación, la que ocurrió a comienzos del siglo XX,
cuando los escultores gallegos apostaron por retratar la realidad y personajes de
los núcleos urbanos, llevando así las tendencias artísticas realistas y el
llamado “costumbrismo” a la calle.
El
costumbrismo es la tendencia social y artística basada en la “costumbre” es
decir, en un retrato o reflejo de dichas
costumbres. La exaltación mitificadora del flocklore, de los lenguajes, de los contenidos
y estéticas populares son sus características, dejando siempre la opinión
personal a un lado.
Refracción
de iconografías populares de campesinos, marineros y mujeres tratadas como auténticos
símbolos. Iconos que gritan, con la necesidad de servir de testimonio de los
cambios sociales que estaban ocurriendo y que están pasando en la actualidad.
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